REGISTROS, ISSN 2250-8112, Vol. 19 (1) enero-junio 2023

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Las múltiples figuras de una relación inestable: arquitectura y ciudad moderna

The multiple figures of an unstable rapport: architecture and the modern city

 

Horacio Torrent

Escuela de Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile

Editor responsable del número

Claudia Costa Cabral

Departamento de Arquitetura, Faculdade de Arquitetura, Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil

Editora invitada

 

Texto, Carta

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Las relaciones entre arquitectura moderna y ciudad constituyen un campo de exploración de la historia de la arquitectura y el urbanismo que parece ser de muy largo alcance. No obstante, al ser un campo de relación desafía las orientaciones más habituales que presentan las aparentes porciones disciplinares del problema. En ese cauce pueden encajar tanto las aproximaciones desde la particularidad de los edificios o desde la generalidad de la ciudad; o incluso las supremacías del orden racional de la planificación sobre la operación morfológica; o viceversa, la capacidad de la obra de arquitectura de alojar fenómenos urbanos complejos. Sabemos que este es un debate no solo histórico sino vigente. Abordar la interpretación histórica de ese amplio campo de relaciones siempre puede arrojar algún conocimiento de relevancia, que traiga a presencia viejos debates que alimenten la reflexión contemporánea.

En el campo expandido de la forma arquitectónica y urbana conviven razones propiamente técnicas, estéticas y productivos con aquellas provenientes del orden social, económico o político. El proyecto urbano o la dimensión urbana del proyecto arquitectónico, es una categoría que se plantea frecuentar como clave de la interpretación histórica, liberada de las obsesiones formalistas habituales de la arquitectura y del pensamiento tecnocrático de la planificación urbana. Es una particular escala de intervención que define las condiciones espaciales y morfológicas de una parte o sector de la ciudad por medio de trazados, parcelaciones, modos de ocupación, tipos edificados y tipologías de espacios públicos. Asimismo, parece oportuno revisar el paradigma jerárquico de lo territorial a lo urbano, manifiesto en la secuencia de planes de lo general a lo particular, así como para relativizar la convicción optimista inherente a la confianza en el progreso técnico.

La relación entre la arquitectura moderna y la ciudad ha sido siempre inestable. Por una parte porque la conformación de una nueva forma de concebir la construcción del hábitat se configuró a partir de la conciencia del explosivo fenómeno urbano y de la dinámica y velocidad que lo caracterizó. Por otra porque la concepción misma de la existencia de una racionalidad planificadora que pudiera adelantarse a los fenómenos de la urbanización acelerada, se ha dado de narices con la realidad en sucesivas oportunidades y sin embargo, permanece reclamada para enfrentar ese desafío.

Las interpretaciones históricas han sido muchas y muy diferentes. La concepción positivamente animada de una hegemonía moderna se constituyó en la realidad y en el discurso a mediados de los 50 y primeros 60, y asociaba pasado, presente y futuro en una línea de avance indefinida. Otra surgió ante la intensidad política del desenfrenado y explosivo crecimiento de la ciudad de masas, promovida por el negocio inmobiliario y su contraparte en el reclamo por el bienestar. Un lugar no menor lo han ocupado dialécticas tan variadas como la oposición entre utopía y realidad; vanguardia y tradición; pensamiento local e influencia externa, éxito o fracaso, y tantas otras que esquematizan para soportar en su relato la vana intencionalidad sin revelar las condiciones estructurales de los acontecimientos. No obstante, tanta lectura sobre bases polares no ha logrado aproximar siquiera la compleja relación entre arquitectura y ciudad modernas en América Latina.

La diversidad de enfoques va permitiendo enfrentar la conceptualización y la narración de las historias desde sesgos, tangentes, aproximaciones; tal vez mas cautelosas que la ortodoxia interpretativa. Entre ellos, los fragmentos del puzle del proyecto histórico, que no hace falta reunir por completo y en el que las figuras que se han de componer son sin duda, más de una.

Entre ellos, acuden a esta escena historiográfica:

Los bosquejos de la planificación frente a la creciente hegemonía del automotor como protagonista urbano, ocupan sin duda un lugar de preeminencia tanto en la concepción de los trazados viales y las circulaciones urbanas, como en la capacidad de pensar infraestructuras arquitectónicas modernas como protagonistas de planes que pretendieron soluciones eficaces.

Las lecturas de las formas en que la ciudad moderna se encarna en la fotografía. No como una fuente –algo probablemente habitual– sino compareciendo por el valor instrumental que asume tanto en el ámbito técnico como, principalmente en la alegoría de un anhelo de modernidad, en ese objeto del deseo que se representa en arquitecturas construidas.

La relevancia de los hechos arquitectónicos como promotores de los procesos de verticalización, los despliegues tecnológicos necesarios y las capacidades de las arquitecturas para otorgar significaciones a partes de la ciudad.

Las densidades como uno de los temas claves de la definición tipológica de las nuevas arquitecturas urbanas, y las polémicas frente a la altura, la concentración o la autonomía formal.

Las fachadas de los edificios como dimensión particular de la resolución urbana, la agregación de las arquitecturas y sus peculiaridades estableciendo diálogos con las condiciones ambientales, las texturas y las estructuras que las conforman.

La tensión entre la racionalidad técnica –implicada en la planificación– y la hegemonía política hemisférica, con sus redes, con la creación de instituciones, sus devaneos desarrollistas y sus prácticas significantes, en el tiempo y el espacio latinoamericano.

Vale aquí lo que sugería Tafuri: “Incluso con demasiada frecuencia, al indagar sobre lo que está en los márgenes de un problema determinado, se nos presentan las claves más fructiferas para abordar este mismo problema; sobre todo si éste se nos ofrece cargado de equívocos, como el que aquí nos hemos propuesto tratar”.

 

Tafuri, Manfredo (1984). El proyecto histórico. En La esfera y el laberinto (p. 6). Editorial Gustavo Gili, S. A.

 

 


Horacio Torrent

Arquitecto, Magister en Arquitectura, Doctor, Profesor Titular. Escuela de Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile. El Comendador 1916 Providencia Santiago, Chile.

htorrent@uc.cl

https://orcid.org/0000-0003-3637-586X

 

Claudia Costa Cabral

Arquitecta, Doctora. Profesora Titular. Investigadora del CNPq. Programa de Pesquisa e Pós-Graduação em Arquitetura (PROPAR). Departamento de Arquitetura, Faculdade de Arquitetura, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Rua Sarmento Leite, 320. Porto Alegre, RS - Brasil. CEP 90050-170.

claudiacostacabral@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-0079-1861